Open Office, ¿qué persigue Sun?

Nunca me ha gustado usar software "pirata", una cosa es probar un programa más o menos conocido que un amigo o la curiosidad atraen a mi ordenador, y otra cosa es dejarlo instalado. Hoy por hoy estamos de enhorabuena pues existe una abundante cantidad de software gratuito de gran calidad y sobre muy variados temas. Entre todos ellos destaca la Open Office de Sun tanto por utilidad como por perfecto acabado.

La Open Office es una completísima suite de ofimática desarrollada bajo el amparo de Sun, la potente multinacional californiana de ordenadores. Bien, Sun no es una simple compañía de ordenadores, sus líneas de negocio se han basado siempre en las estaciones de trabajo y los servidores Unix, y a pesar de tener un tamaño modesto entre las multinacionales se ha mantenido como un contendiente muy respetado y seguido de cerca por su inventiva, flexibilidad y focalización clara sobre el usuario y la usabilidad. Siempre he defendido que Sun representa al mundo de la informática "seria" lo que Apple ha representado al mundo de la "informática PC".

Entre las diversas y contínuas estrategias de Sun para mantener esa posición de líder en innovación (entre la que hay que recordar su apuesta definitiva por Unix y ahora por Linux, el lenguaje de programación Java, los procesadores RISC cuando casi eran una entelequia intelectual, la ethernet y la red como base del sistema, y tantas otras) una de muy interesante y creo que polémica es la suite de ofimática Open Office.

¿Qué es Open Office? Se trata de una suite de ofimática desarrollada por una compañía alemana que hace más de 10 años era la única suite de ofimática para estaciones de trabajo con sistema Unix. Esta empresa llego lo bastante lejos en su tecnología, pero no demasiado en su comercialización. Finalmente Sun la rescató, ofreciendo, eso sí, el código abierto a la comunidad internacional en un momento muy propicio y estratégico (como suele ser habitual en esta firma).

Pero estaba claro que una suite de ofimática, gratuita o no, no triunfaría si no estaba al nivel de la de Microsoft, tan buena que había barrido a todos sus rivales en ese nicho. El último sobreviviente sería la suite Lotus refugiada como división de IBM, pero que como todo lo de IBM se ha quedado restringida a clientes de IBM. Bien, la estrategia de la Open Office ha estado clara desde el principio, no hace falta ser mejor que la suite de Microsoft, basta con ser igual que la suite de Microsoft. Y lo es, igual en todo, hasta los menús y los iconos se encuentran en el mismo lugar donde cualquier experimentado usuario de la suite de Microsoft espera encontrar aquella opción a la que está acostumbrado. Pasarse de la suite de Microsoft a la de Sun no cuesta nada, ni en dinero ni en tiempo. No he realizado una comparación exhaustiva, ni lo haré, no me hace falta, en casa puedo acabar informes, profundizar en mis hojas de cálculo o pulir mis presentaciones, empezados todos en la oficina con la suite de Microsoft, usando en mi hogar Open Office, porque puedo abrir los ficheros de Microsoft como si fueran propios y puedo guardarlos en el formato de Microsoft. De vuelta en mi oficina no habrá ningún problema en abrirlos, nada se habrá movido de lugar, la suite de Sun es transparente, es eficiente.

¿Cuál es el problema, dónde está pues la polémica? No soy ni quisquilloso ni malpensado, pero justamente la polémica está en esa trasparencia. Ofrecer un producto así, así de bueno, y además gratis (que es lo que para el/la ciudadano/a de a pie significa tener licencia GPL) tiene su gracia, porque seguro, seguro que para Sun no es gratis la cantidad ingente de código y testing necesario para ofrecer algo del nivel de la Open Office. Está claro que Sun ofrece la Open Office gratis (o posibilita que exista) porque hay un claro interés estratégico a la larga, del que, supongo, espera obtener un cuantioso beneficio. De entrada el primer beneficio de la Open Office es poner en jaque a MicroSoft, pues ¿qué sucedería si la Open Office fuese masivamente descargada? ¿podría llegar a dañar a Microsoft? Yo casi aseguraría que sí. Pero, ¿es esto competencia leal? Sun vende esta suite simplemente cobrando por el soporte. ¿Debemos considerar que la copia de un soft se debe sólo al código?, porque la Open Office 2 incluso ha tirado para atrás algunas de las cosas que le eran propias (y personalmente opino que muy interesantes) para parecerse de forma clónica a la Suite Microsoft. Eso sí, en un PC no arranca de forma tan estratosféricamente rápida como "la original". Aunque, por el precio que tiene, ¿que más da esperar "un ratito" a que arranque el editor de textos?

En fin, de momento, ¿para qué piratear en casa o en las tiendas de PCs-a-medida la suite de ofimática de Microsoft? Si aún no la conoces o aún no usas la fantástica y reciente versión 2, de verdad, dedícale un rato a descargarla. Te sorprenderá.