CSS (I): la traición de los diseñadores web

Últimamente se leen ciertas reflexiones por la red al respecto del impacto que tendrá la aparición de la próxima versión 7 del navegador más extendido por Internet (en acto de reverencia no mencionaremos el nombre otorgando cierto rango de divina omnipresencia). Entre los diseñadores de webs la situación es de profunda preocupación, otra más, pues un diseñador de webs trabaja sabiendo que haga lo que haga nunca se verá bien en todas las pantallas. Los clientes siempre creen que todo debería verse bien en todas partes. Y esto no es así. Y que el cliente piense esto es la verdadera preocupación del diseñador de webs. Hay numerosas razones para que esto sea así, y todas tecnológicas, y muy sutiles, tan difíciles de entender como de explicar. Quien encarga una web (para el diseñador web, el cliente) tiene la opinión inconsciente, nunca declarada y mucho menos sustentada en una experiencia sólida, de que ver una web es como ver una tele. Cualquiera se compra cualquier tele, la coloca en cualquier casa, se sintoniza cualquier canal y siempre se ve igual, ¿verdad? Cualquiera se compra una revista, y esa revista se ve siempre igual, en casa, en una estación de metro, en la consulta del médico, en la barbería, incluso subiendo en un ascensor. ¿Cómo alguien (especialmente "el cliente" o a veces "el jefe") iba a suponer, siquiera sospechar, que no sería igual con una web? Pues va a ser que no. Una web no siempre se ve igual, ¿por qué?, pues por un buen puñado de razones:

  • porque la traducción del código de la página a la pantalla es libre
  • porque hay varios navegadores
  • porque hay varias versiones de cada navegador
  • porque a pesar de haber estándares que intentan definir las características visuales del código no todos los navegadores las usan
  • porque entre los distintos navegadores ni siquiera se usan igual aquellas normas comunes que sí se usan
  • porque algunos navegadores incluso usan mal las que usan
  • porque algún navegador con presencia dominante en el mercado hace tanto tiempo que las usa mal que le da igual, es más, incluso teme hacerlo bien porque sería ir contra sí mismo

El panorama es complejo, porque la web es compleja como medio. Cuando se inventó se concibió como un sistema rápido y sencillo de documentar y compartir conocimientos. Hoy en día hay todo tipo de webs haciendo todo tipo de cosas. Pero a diferencia de todos los medios visuales que tienen un tamaño fijo de salida (el cine y aún más la televisión se ven siempre en el mismo formato y proporción, aunque esto también está cambiando), las ventanas de los navegadores web pueden adquirir cualquier disposición, ancho y alto. A diferencia de las aplicaciones informáticas que también se pueden variar de proporción de tamaño, las webs son aplicaciones "ligeras", se intenta que se definan con la cantidad mínima de código para salvar los problemas de transmitir por canales a veces muy lentos, a veces con una cantidad demasiado mínima de código. Las constricciones de lenguajes aún tampoco muy depurados lo complica más, y aunque hay cosas como el CSS para los estilos visuales estos no están bien implementados en todos los navegadores. Explicar todo esto "al cliente" o "al jefe" es un arte de síntesis y pedagogía, y generalmente nunca se consigue del todo, el cliente incluso ni lo acaba de creer. Ello convierte al diseñador web, como leía por algún lado, en un traidor, en un personaje que hace un trabajo que nunca es bueno del todo. Generalmente el diseñador web siempre se ve forzado a dejar a algún grupo de usurios de lado:

  • a los que tienen navegadores antiguos
  • o a los que tiene pantallas pequeñas
  • o a los que tiene pantallas demasiado grandes
  • o a los que tienen pantallas panorámicas
  • o a los que no tienen ADSL
  • o a los de las PDAs
  • o a los que no tienen las versión tal del plugin o navegador tal
  • o a los tienen un buen navegador con el que es un placer trabajar pero que es minoritario

... porque no es posible hacer una aplicación (una web) que funcione igual de bien en todos estos medios simultáneamente. O se puede llevar a cabo un proyecto multimedios, pero que al final tiene unos costes tan altos (por todo el esfuerzo necesario) que no interesan a todos los clientes. Conocer todas estas normas y características también es muy complejo, pues las interfases de pantalla van cambiando muy a menudo, la documentación es compleja. Es difícil saber que parte de los estándares funciona y cuál no, eso conlleva mucho tiempo, mucha experimentación y mucho oficio. Tampoco todos los diseñadores web están dispuestos a dominar todas estas posibilidades. Decisiones, equilibrios, y muchas webs que se ven bien en bastantes pantallas, y muchas otras que son verdaderamente horrorosas y funcionan fatal, y muchos diseñadores que han tenido que pasar muchas horas extras para intentar contentar a todo el mundo, a menudo sin conseguirlo. Y es que para diseñar una buena web hace falta conocer bien el medio (Internet) y tener claro lo que se quiere conseguir. Con esto se consigue que nadie te traicione, ni sentirse traicionado.