La factura electrónica llega

Acudí a una presentación sobre la factura electrónica, invitado por un vivero empresarial. Nos querían presentar el estado actual de la factura electrónica en España y los planes para los próximos años. Entre los ponentes un miembro de una fundación especializada en el tema, un miembro del ministerio correspondiente y un abogado especialista. Delante, nosotros, "usuarios de facturas".

El interés de la administración por la factura electrónica es un interés general de la misma sociedad en su camino hacia el mundo de "la oficina sin papeles". Muchas cosas ya se pueden realizar sin papeles, y muchísimos comunicados y procesos administrativos ya se realizan sin papeles: emails, pdfs, cds, etc. Aún y así la producción de papel para material de oficina ha seguido creciendo en los últimos 10 años.

No es un tema sencillo, de entrada la misma administración reconoce que en cualquier momento pueden salir nuevas versiones de los formatos que están usando ahora para tabular los datos, es decir, que el formato actual aún no está totalmente decidido ni por ellos mismos.

Para que hayan facturas electrónicas se requieren varias cosas:

  • formatos de ficheros compatibles que todos los sistemas entiendan y almacenen la información necesaria de forma tabulada, métodos de validación de que el fichero es correcto,
  • un lugar dónde realizar tal validación de forma telemática (por Internet),
  • confianza en tal sistema,
  • ganas de aplicarlo.

Pero las claves son validar la factura con firmas digitales que la misma administración propone y avala, y poder intercambiar datos entre los diversos sistemas vigentes (EDI, XML, factura-e). Para esto último la administración ofrece librerías de código abierto para que los desarrolladores de software de gestión puedan traspasar los datos del formato oficial aprovado por la adminstración española a otros formatos o incluso los formatos de datos que usan todos y cada uno de los programas de contabilidad y gestión que la gente compra y usa. Hay incluso un acuerdo con Microsoft para poder realizar ciertos pasos con Excel.

Toda la presentación parece mostrar que éste sea el futuro y se nos insiste en que la única barrera para no adoptar ahora mismo tal formato es simplemente mental, nos dicen psicológica, ya que no tecnológica. De hecho esto se contradice con la realidad ya que hay tres importantes barreras tecnológicas importantes: los formatos oficiales son susceptibles de cambiar en cualquier momento, los distintos países tienen formatos diversos para el almacenamiento de los datos, los datos tendrán que seguirse guardando el tiempo que la ley marca en papel o en digital.

No parece que tengamos que preocuparnos, la administración lo tiene muy claro y a partir del año que viene obligarán que cualquier factura presentada a la administración sea en formato digital (parace ser que el 40% de las facturas extendidas en España se presentan a la administración pública). En el ruego de preguntas la gente en cambio parecía no tenerlo tan claro. Por ejemplo preocupaba el tema de la firma digital, aunque la gente no entiende aún que es un proceso similar al sistema de seguridad que las webs con venta online usan para garantizar que la compra está protegida contra intrusos (y más que la compra, los datos de su targeta). Yo veo más problemático qué soporte informático es lo bastante fiable para guardar estos datos (CDs, discos duros,...) tantos años.

En fin, habrá que ir solicitando los datos de nuestra firma digital para irse planteando enviar facturas verificadas por la admintración. Dicen que con este paso se compromenten a tener grandes bases de datos y no estar solicitándonos los mismos datos en cada ventanilla. Ya veremos, tenemos la suerte de estar en un país que según nos explica la especialista del ministerio, cuando se ha puesto a definir un formato de factura electrónica ha creado una de las especificaciones más estrictas y completas de cuantas se han hecho en el mundo. Supongo que será para alegrase.