Píxels en venta

Hace quince años nadie sabía lo que era un píxel. Yo me dedicaba a la consultoría y formación en el naciente campo de la preimpresión digital, cuando las Artes Gráficas estaban evolucionando de ser un medio totalmente manual a un entorno de trabajo digital. Explicar qué era un píxel y cómo se pasaba de él al punto de trama en las planchas de impresión exigía de las mayores dotes de pedagogía. Ahora, los píxels son algo tan cotidiano que se venden y se alquilan. Vivimos en medio de un floreciente mercado de píxels.

La noticia me llegó por email desde un directorio de diseñadores web al que estoy suscrito, y que recomiendo especialmente: www.creatiu.com. En Creatiu, como en otras webs, han decidido vender publicidad web por píxels, tantos píxels tomas, tanto pagas. Esto viene a ser algo así como el precio de los pisos según metros cuadrados, tantos tienes tanto pagas.

Para llegar a esta conclusión la publicidad en Internet a tenido que recorrer un largo trecho, con muchas fases en las que se dudaba de la viabilidad de la publicidad en este medio. Los GoogleAds fueron un punto de inflexión bastante reciente a la guerra de banners a la que se ha sometido a los internautas durante los últimos años. Todos esos "pop-ups" que se habrían por todas partes hacían la navegación por módem un calvario que le quitaban las ganas a muchos bienintencionados ciudadanos que en sus casas querían engancharse a la "revolución Internet". En nuestra ayuda llegó la "barra Google", quien entre otras cosas bloqueaba los "pop-ups". Yo me la puse básicamente por esto. Ahora esto lo ofrecen "de serie" todos los navegadores.

Por si alguien lo dudaba cuando mencioné "guerra de banners" no me refería a que los anunciantes quisieran aplastarse entre ellos, no, sino a que querían aplastar al internauta a toda costa. No era difícil sacar tal conclusión. Como diseñador siempre he pensado que los banners afean enormemente las páginas, como las vallas publicitarias y las pintadas afean las ciudades. Nada hay más feo en las webs que esos horrorosos banners de casinos en la red, y no hay nada más invasivo que esos banners en Flash que se abren irremisiblemente en medio de la pantalla, y no desaparecen hasta que ha pasado el ratito "del mensaje". Son bastante irreverentes.

Pero la ayuda de Google parando con su barra ídem los pop-ups nos depararía otra sorpresa. Su estrategia de publicidad GoogleAds ha llenado tooooooda la Internet con sus bloques de publicidad.

Ahora la publicidad se vende "a palmos": tecnológicamente hablando, por píxels. A poco que esto se extienda puede que comience una cierta especulación por el "suelo pixelable" como es tan frecuente en el mundo inmobiliario. A ver si así, con los precios altos se produce un poco más de moderación, y navegamos por una Internet con más contenido y menos publicidad.